jueves, 28 de febrero de 2008

Sabrina

¿ A dónde van las horas? ¿O la fragilidad de las cosas bellas? La imagen es cruel, lo fuera aún más el sonido, sus pupilas en las de ella, extensiones carnales,fugacidad de la verdad y las pocas agujas encantadas.

Se deshacen hermosas,destellan todas y cada una de las lágrimas, ella recuerda su rostro, cuando podía sonreír,si la vida no se hubiese hecho tan liviana. Todos se quieren, o intentan asesinarse cuando uno menos lo espera; tenía un regalo, esperaba apreciación Sabrina... pobre Sabrina.

Ya la veo, jovial y graciosa a todos, pero en sus pómulos yace la inmortalidad de la angustia, ¿Para qué querer ser como otros con un alma tan bella? Sabrina...

El te deja, te deja todo el tiempo Sabrina, y mirá dentro de vos, ¿Qué queda? ¿Dónde está el color de las canciones que nunca vas a componer?

Es la distancia lo que mata, o la cercanía, no lo sé... lo sabrá ella acaso, que no hace otra cosa... espera, espera el encanto, el mundo, si salvase su alma, si jugase a morir y volver a inventarse.

Estaca y el pecho roto; no vuelve dice, no vuelve y de nuevo enceguece el ardor, celeste horrendo que anulás su estrella. Si motivos faltan, razones no sobran, repeticiones abundan, vos Sabrina que no sabés que es lo que tenés que hacer, hacéle a tu corazón un favor grande, allá donde la montaña termina el camino, decíle al absurdo que te reconcilie, para que mañana veas que las cosas van a ser muy distintas.

lunes, 25 de febrero de 2008

Liberemos al Magenta

Hoy, en el trabajo, no esperando nada, haciendo las cosas de siempre, lograron (Gabe,más específicamente) hacerme reír, y sentirme medio indignada a la vez... Yo sé que hay cosas ridículas en el mundo, cosas espectacularmente ridículas en el mundo, espeluznantemente ridículas en el mundo... Pero registrar un color?! UN COLOR!!!! For christ sake... es lo mismo que decidieran registrar el aire... Imaginen Uds., nosotros los que estudiamos artes, o aquellos señores artistas, que van a la librería y dicen, sí, dame un magenta rosado por favor... ahora tendrán que decir: Dame un color T????

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Nah, es el colmo, es un color, y como decía Gabe, mirá si a mí se me ocurre decir, bueno, a partir de hoy registro el violeta y se va a llamar Umi... Hoy, mi vestimenta consta de una remera magenta y un chalequito violeta, por lo cual, si fuera una diva como Susi y alguien relatara mi vestimenta, se leería algo por el estilo: Hoy llevo una remera color T con un chaleco Umi... wah!

Magenta y violeta

Les dejo algunas fotos de una campaña para liberar al color Magenta... tan importante cuando a uno le piden en la escuela de arte armar una escala de violetas, que no podría mezclarse con acrílicos, de otra manera que no sea comprando un magenta rosado... xD

inmemorium_english

ctyk choosecolor

forever-magenta

colors_make_the_world_go_round

freemagenta mr-t-mobile

http://www.freemagenta.nl/?page_id=121

viernes, 22 de febrero de 2008

oscilar




Tengo algo de paz



Unos meses
la angustia espera porque es tonta


y cuando
se deja el viento

los harapos sucios se sienten acariciados
buscados
queridos

¡Qué envidia de los haraposos!

vos mirá que no se te queme el reloj
más tarde cuando en tu cabeza destelle la respuesta
el alivio alojado en tus muñecas y tus rodillas cansadas
te van a dar tregua a esta sangrienta desesperación (sutil, siempre sutil)





A Roma... a luchar mujer, nosotras valemos

jueves, 21 de febrero de 2008

Am I still waiting?

Is he ever coming?

Am I?

I can't think I am
No, no, not I am

I will navigate a little bit more, perhaps we'll never get the answers we look for. Or maybe the rain will pose each teardrop so softly, so kindly, that my soul will once again surrender.

ahh, tell me randomness
Is he ever coming?

Is the syntax of my life going to ever make sense again?

How bitter, how soft
how gentle does he forgets and remains nowhere

nowhere
I know

unknown path
a clue, give me
randomness

I will wait, I think

lunes, 18 de febrero de 2008

No debe tener la constancia
o la voluntad

si supiera

quedó vacío, desparrama oscuridad y se lamenta no poder hacer algo mejor para convencerse de que no siempre la pragmática está a nuestra disposición.

Astuta, se olvidó de preguntarle a la retórica cuando era que pasaba, la metáfora o la exageración fingida de los sentimientos iluminados que tenía en un pastillero dorado.

Rosa, negro, verde... las combinaciones visuales hacían vomitiba la respiración y, el ambiente, corría sangre y ven, ven ellos

él no entendía
a ella no la entendía

era por las metáforas y los oxímorones mundanos

una vez que hubo echado atrás su cabeza, el liviano mundo se hizo transparente.

lunes, 11 de febrero de 2008

La bifurcación de Amelia

La mitad de su cuerpo esbozaba un optimismo ridículo, creía que todo lo que pasaba tenía que ver con un poder superior que dictaminaba la suerte de todos y cada uno de los mortales. Su error no fuera quizá, de pragmática.

La otra mitad de ella, sabía que estaba delirando la mayor parte del tiempo, y deseaba ser liberada de la cárcel del adoctrinamiento.

Suponiendo que un brazo se extendía en el futuro, un pie intentaba con todas sus fuerzas aferrarse al pasado y sus consecuencias, una suerte de presente que jugaba con la temporalidad y la relatividad de su tiempo. Porque el pasado fue hoy, y ahora ya es futuro, dos segundos más tarde será pasado otra vez. Qué macabro.

Cuando se enamoró por primera vez, desplazó la causalidad de las cosas que la rodeaban, porque por primera vez no pensaba en pensar… No es que hubiese reducido su existencia a un algoritmo mecánico e instintivo, pero el código de sus representaciones mentales funcionaba a la manera de cuento de hadas.

El desamor acabó con su vehemencia pueril, y con sus destemporalidades. En corto tiempo buscó consuelo a su soledad en la poda de arbustos y la colección plantas exóticas. Les hablaba todas las mañanas, las alimentaba y si era necesario las dejaba al sol.

Las dos mitades obviaron la dicotomía entre sus brazos y sus pies.

El tiempo, pasó el tiempo, o simplemente se movieron los minutos en cada reloj. Ahí estaban las plantas. Ahí estaba la soledad, Amelia no sabía llorar.

En poco tiempo ella misma se había convertido en una planta exótica: era hermosa, calma e inanimada.

Si volviera a pensar, a pesar

Si cargara en la espalda absurdamente su montaña infinita de porvenires... absurdamente lejana y cansada.

El peso insoportable de ser completamente ligero había recaído en sus pupilas; tarde o temprano entendería que la esencia mantiene su amorfa identidad en todo lo que hace, que la forma se amolda a nuevos intentos de escapar a lo que no es leve, y que en la incertidumbre hubiese acaso, hallado algún motivo para balancear entre las esponjosidad de las nubes, y la aspereza del suelo.

Sagitario

La voz de ese ángel mujer, acaricia las fibras de cada una de mis neuronas, su melodía; cuan melancólica, cuan fácil de ser olvidada…La flecha dorada que se acerca y anuncia que la nieve va a cubrirnos nuevamente, para protegerla, para salvarla de la suerte…su suerte mortal. Mi ángel, no te vayas tan pronto, quedáte acurrucándome en tu regazo mientras voy durmiéndome, mientras no puedo hacer otra cosa, cerrar los ojos, sonreír porque no fue en vano… Creo que no fue en vano.

Mientras caigo, me adentro, la profundidad, el frío… se me apaga la vida pero no estoy sola, sigue cantando su melodía dulce, su cabellera rubia cobija mis manos temblorosas, pero son los ojos los que al final me devuelven la tranquilidad de saber que solo trascenderé a las eventualidades de esta, la vida de lo absurdo, la vía de la nostalgia en dos acordes… tecla perversa, llorar las horas y las risas de los chiquitos en la plazas; tu voz mi ángel, me destruye y me implora perdón, me impetra la vida misma que no puedo concebir desde esta aflicción. Tus alas, ángel, en ese destello enceguecedor , el final que se avecina en todas la esquinas… sabiendo que no podemos escapar, llorás, llorás sola y triste por el desconsuelo de la tierra, la martirización de los santos mortales, y la cadencia de los violines muertos…

Ángel oscuro, resentido, si tus alas cerrasen para siempre nuestro refugio… si los renglones sagrados de tu esencia fueran hurtados, si en este templo de inexistentes dioses muriéramos todos hoy, humanidad errante… ¿qué sería de las cosas bellas?

Van cayendo, cayendo, pero tu voz los acompaña… suave, mortal, nos lleva... no puedo evitarlo, los ojos, estos ojos que vieran los vientos y las hojas de cada memoria, hoy ya no pueden sostener la mirada erguida… gracias a la delicadeza de tu salvación arquero de mi constelación más querida… puedo cerrar al fin los ojos y volver con las estrellas para ser siempre, parte de la belleza, incluso cuando ella agonice.

viernes, 8 de febrero de 2008

Para Kishi

Reflect

Eaten by the sand and waves

A marker overlooks the sea

A silent sentinel of sorts

Watches where the terror ceased

It doesn’t get much notice now

We’re all about our lives

And no one quite remembers how

Close the end passed by…

(Salem Hill)

domingo, 3 de febrero de 2008

Bon Odori Sarmiento


Por primera vez participé de los tres eventos de baile japonés consecutivos; Uruma En, Bon Odori La Plata y Bon Odori Sarmiento respectivamente.
De todos elijo a Sarmiento; será que es la primera vez que uso mi kimono de verano (no es un yukata, es un kimono que no tiene el doble de tela como el de invierno), fue cómodo, más cómodo de lo que imaginaba. Pero por ser hoy (ayer), se me ocurre relatar los sucesos del día.
Alrededor de las cuatro de la tarde salí de casa y tomé el 93 (en la esquina) con destino a lo de Kyouko. Llegué rondando las cinco, y me abrió la puerta vestida en su lindo yukata rosa, y un peinado recién terminado con sus adornos brillantes precioso. Me preparó un genki cha, y después empezó a ponerme el kimono. Me sentía como sardina enlatada al principio, repetía todo el tiempo "ahh, nante hosoi, hosoiiii" (aaa, ¡qué flaca, qué flaca!), y en consecuencia me ató las sogas que traje con bastante vehemencia.
Una vez armado, me até el pelo con una hebilla que me regaló Yukari chan, e hicimos tiempo para salir a las seis y media. Tomamos la línea D del subte hasta Palermo, y en Palermo la línea San Martín de tren, hasta José C. Paz. Varios idiotas en la estación gritaban "arigatou" y "Kimono"... En fin.
Ya en José C. Paz, caminamos hasta la plaza cerca del colegio Sarmiento, buscando una remisería que nos llevara hasta el campo deportivo de la Asociación Japonesa Sarmiento.
Por suerte una señora de la asociación nos vio y nos llevó hasta allá en su auto.
Allá en la entrada estaba Sergio ( Se lo veía más contento), y nos mandamos nomás...
Los chicos de A.D.A.E.J.A. ya estaban allá, Kyouko siguió su camino y yo me quedé con los adaejanos, delirando, sacándonos fotos, y riendonos un rato.
Como siempre tocaron los grupos de taiko, lo más embolante de cualquier Bon Odori, al menos para mí.
Finalmente llegó el Bon Odori propiamente dicho... Bailé las mismas canciones de siempre, porque no me aventuro a probar pasos más difíciles.
Dimos un par de vueltas con Nakashima (Mika), Testsu, y creo que también nos acompañaba El Ricci... Notamos que había gente que llevaba unos carteles: "Abrazo gratis", y pensamos, que loco; pero a medida que dábamos vueltas empezamos a abrazar gente, fue muy gracioso, todos estaban muy contentos y te agradecían el abrazo. Me llenó de felicidad (y más irónico fue cuando charlando con un amigo le contaba que tenía muchas ganas de recibir abrazos)... cada abrazo era ung esto humano irremplazable.
Así, cansado de permanecer en la pasividad, Tetsu decidión armar nuestros propios carteles. Lápiz 8B y hojas en mano, salimos a desperdigar amor con Mika, Tetsu (que llevaba orgulloso su cartel imaginario) y El Ricci, que tenía cartel con doble intención: su reverso decía "Dame tu correo electrónico".
Los chicos de la iniciativa (que forman parte de alguna organización de la cual desconozco) se pusieron muy contentos, y durante duró la onda expansiva amorosa, andábamos a los abrazos y risas. Sin duda lo más destacable de la noche. Nunca voy a olvidar la iniciativa de esos chicos.
Más tarde bailamos, zundoko bushi, mi favorito... y todas las que bailan siempre los chicos. Fuegos artificiales, que fueron gigantes, y todo lo demás.
Resultó el ambiente más agradable y familiar de todos.
Habrá que esperar al próximo.