jueves, 12 de junio de 2008

“Pasajes de la vida”

(Cosas que nos pasan to’ lo’ día’ )

hoy iba caminando por la calle y me encontré una estrella, brillante y grandiosa como ella sola, su belleza era inopacable, era radiante, hermosa, grande, única, apenas podía creerlo: yo la persona mas desafortunada me había encontrado nada menos que una estrella...

corrí a casa a mostrar mi hazaña, lasaña habrán pensado, pero era una estrella, mi estrella, el brillar de una estrella, Mariah Carey...

bueno, llegué contento, como solo un contento puede estar y se me salió la contentura cuando vi que mi mamá tiró la estrella a la basura.

¡OH! Maldita traicionera pensé que erais mi amiga. Habéis deshéchote de la fuente de mi felicidad.

“Buscad un trabajo” (Esa fue su respuesta), y entre buscar y no buscar, que esa es la cuestión, opté por echarme a llorar por tan triste pérdida.

Quedáronse mis ojos impregnados de lágrimas y mi alma llenóse del dolor mas agrio imaginable (mas agrio que los hongos del mal; Ah, no, eran las flores del mar)... Porque como dijo una vez el poeta y filósofo Maurelio Arco: “Es preferible perder hoy con dolor una estrella, pero mas preferible es perder a Britney Spears después de su fallido intento de convertirse en estrella”, así al fin, la teoría no falla: una vez que las cantantes filman una película y escriben un libro se van a la mier... mana también sabiamente me dijo: hoy podrá una estrella morir, mas es conveniente rogar que mujeres no hagan Backstreet boys parir.

Y así me despido con una célebre frase del pensador francés Destapes que decía (y dice): “No tiene sentido filosofear, ya que no pasaremos a instancias de menos ser, a menos cero bajará la térmica en julio, y la térmica saltará porque he causado un cósmico cortocircuito, solo que esta vez no me bastó pensar para saber por medio de la cuenta de Edesur que existo.

Entonces, para que el alma vaya con las ideas, tendríamos que haber nacido en otro planeta.”

1 comentario:

Damian dijo...

Es como cuando te ponés a escribir con las milanesas rebosadas de la superconductibilidad del cobre cuando los supermercados chinos con rejas azules flotaban en el aire sin que el persuviador de percobarocho estuviera relacionado con la perpendicularidad de un enano con gorro blanco tejiendo computadoras de cartón.

Pero es un kilombo.

Aborza!