sábado, 19 de enero de 2008

Incapacidad

Me apena, me apena leer, me apena escuchar

me siento una vez más harta de cargar con el peso del mundo en mi espalda. Todos infelices, todos confundidos, todos solos y tristes.

¿Por qué no puedo mantenerme indiferente al mediocre dolor ajeno?...¿Por qué no puedo ser simplemente una linda superficial preocupada por su imagen y los viernes y sábados a la noche?

¿Por qué no puedo no enamorarme nunca y  y vivir de hombre en hombre sumida en los placeres mundanos más vulgares?

Ah no, porque eso no me lo permite mi alma, porque eso ninguno de mis amores me lo permitiría, porque Nietszche no me lo permitiría, ni Camus, ni Javier, ni Cecilia, ni yo, mi principal mentora...

¿Pero no puede la gente dejarse de joder y ser feliz? Aceptar lo que tiene sin tantas quejas? ¿Todos ustedes tienen madres ciclotímicas? ¿Mitad depresiva mitad contenta? ¿Todos ustedes bancan a su viejo mintiendo en su cara sin escrúpulo alguno? Yo lo hago, lo banco, y no me quejo, así son, así es la familia que uno no elige, pero ellos no son mala gente, claro que no, simplemente diferentes, y por eso no me quejo, porque yo hago mi vida y soy la persona que quiero ser, que potencialmente me gustaría ser...

Amo a quien elijo, elijo mal en el camino, soy desamada continuamente, y no ceso de no quejarme.

Que fácil es sentirse una pobre víctima del desvalor posmoderno. Muy fácil

Lo difícil es vivir y luchar contra nuestros propios condicionamientos, porque es más fácil llenar a los otros con nuestras miserias.

No hay comentarios.: